Se suele llamar pueblo fantasma, a aquellos lugares donde existen pocos o ningún habitante, lo cual no solo suena perturbador, sino que visitarlos se puede considerar como una aventura que solo los valientes están dispuestos a experimentar, por los relatos escalofriantes que sobre ellos se cuentan.
Son muchos los sitios alrededor del mundo que están en esas condiciones y que han sido abandonados por múltiples motivos y entre ellos se encuentran:

1.- Sanzhi, Taiwán
En la década de los 70 del siglo pasado fue diseñada una pequeña ciudad con la particularidad de que sus casas tenían un diseño futurista con llamativas formas de ovnis, sin embargo, se cuenta que fue abandonada por las supersticiones de los lugareños, ya que durante la construcción de una carretera, la escultura de un antiguo dragón sufrió graves daños en su cabeza siendo removida de su sitio original desatando desde entonces una terrible maldición, que provoco constantes accidentes automovilísticos, hasta que finalmente hace poco más de una década estas estructuras fueron destruidas.

2.- Pripyat, Ucrania
Un trágico accidente nuclear ocurrido en la central de Chernobyl en el año de 1986, no solo dejo un terrible saldo fatal, sino que también convirtió a esta ciudad en una población fantasma debido al grave riesgo de la radiación nuclear que obligo a sus habitantes a desalojar, desde entonces el lugar es inhabitable y no falta quien dice que solo deambulan entre sus calles y edificios las almas en pena de aquellos que alguna vez vivieron aquí y cuya salud fue extinguida paulatinamente por ese lamentable acontecimiento que aún se recuerda.
3. – Misnebalam, Yucatán

El misterio y lo sobrenatural rodean a este famoso pueblo fantasma localizado en México, que en su momento tuvo una población cercana a las 200 personas y que fue parte de una prospera hacienda, pero se dice que desde que su propietario fue emboscado el lugar entro en decadencia hasta quedar en el abandono total.

Recorrer este pequeño poblado, es respirar el misterio en cada rincón, pues muchos turistas aseguran haber captado “presencias” no precisamente de personas vivas, sino de entidades fantasmales que vagan en él, especialmente el espíritu de un niño llamado Juliancito, el cual aseguran fue la causa de que los últimos inquilinos que alguna vez habitaron el pueblo, se alejaran definitivamente debido al enorme miedo que provocaban sus apariciones.