Ed y Lorraine Warren fueron dos investigadores del campo paranormal que sin duda nos dejaron un sinfín de historias para contar, tanto así que más de una gran sido recreadas por Hollywood y han sido inspiración para escribir libros espeluznantes.

Uno de ellos es el famoso caso del asesino demoníaco. Arne Cheyenne Johson. Esta historia comienza en 1980 cuando Arne sólo era un niño. Sus padres narran como desde muy pequeño su hijo tenía pesadillas donde veía a un ser que no parecía de este mundo, con grandes cuernos afilados dientes y enormes garras.
La verdadera preocupación llegó cuando el niño empezó a presentar moretes y rasguños cuando despertaba de estas pesadillas donde el niño decía haber sido amenazado por este ser.

Sus padres pusieron mayor atención en esta situación y comenzaron a vigilar sus sueños, es aquí donde descubrirían algo aterrador. Durante estas noches podían notar como su hijo hablaba durante las pesadillas, pero parecía hacerlo en idiomas que el niño no conocía, después de esto comenzaba a convulsionarse y es aquí donde los padres lo despertaban.

Después de esto la familia pide ayuda a los famosos Warren. En posteriores declaraciones estos investigadores aseguraron ver una sombra oscura alrededor de Arne que parecía atraparlo, así que convencidos de qué se trataba de un demonio llevaron exorcistas hasta la casa de esta familia. Según los expedientes Warren se expulsaron un total de 43 demonios del cuerpo del niño, logrando al fin una aparente calma. Sin embargo meses después estos demonios parecieron regresar y le dieron la indicación de que matara a otra persona. Lamentablemente no había evidencias que fueran válidas para la ley donde se asegurara una posesión demoniaca así qué Arne ue sentenciado a 20 años de prisión.